lunes, 10 de agosto de 2009

La Homofobia







Introducción

Las fobias son miedos irracionales que pueden afectar de varias maneras a gente perfectamente saludable. Hay a quienes les aterra entrar en un elevador, y quienes sudan frío con sólo pensar en abordar un avión. Cualquier fobia puede ser debilitante. La homofobia es un miedo intenso y sin razón a los homosexuales, y constituye una tragedia doble. Aquellos de nosotros que tememos u odiamos a los homosexuales solemos pensar que no conocemos a ninguno, aún cuando puede haber cierto número de personas con quienes socializamos, trabajamos o tal vez hasta convivimos, que son gays o lesbianas. Al mismo tiempo, muchos homosexuales se pasan la vida escondidos "en el closet", temiendo que la homofobia destruya sus relaciones familiares, su amor propio o hasta sus mismas vidas. Por desgracia, la gente homofóbica se la pasa perpetuando ciegamente ideas falsas sobre los homosexuales que pueden llegar a ser muy hirientes.
Algunos pueden necesitar ayuda profesional para quitarse el miedo a los homosexuales, así como algunos la necesitan para curarse el miedo a las alturas o a los elevadores, pero para casi todos nosotros basta el deseo de examinar nuestros miedos para aliviarlos. El miedo nace de los mitos y de la ignorancia al tema, y se les puede perder el miedo a los homosexuales si comenzamos a entender los mitos que rodean a la homosexualidad.

Mito: No es "normal" el ser homosexual o el tener sentimientos homosexuales.

Hechos: Las muy conocidas investigaciones del doctor Alfred C. Kinsey, que se hicieron desde los años treinta hasta los años cincuenta, mostraron que cerca de un 10% de la humanidad es principalmente homosexual.

El porcentaje de la población que es gay o lesbiana parece ser consistente sin importar el período histórico o la cultura bajo estudio. La única diferencia es el grado de aceptación hacia la homosexualidad que demuestra cada sociedad. Es interesante notar que también cerca de un 10% de la población humana es zurda. Hace doscientos años esto era considerado como la marca de la brujería, un signo de perversión. La fobia hacia la brujería fue tan fuerte que se llegó a torturar y hasta a matar gente por el simple hecho de ser zurda. Tales actos pueden sonarnos hoy increíbles, pero la sociedad puede llegar a ser muy cruel cuando tiene miedo. Seguramente en el futuro se recordará con asombro como los gays fueron sometidos a actos similares de desprecio.
Cada uno de nosotros tiene su propio modo instintivo de identificación sexual. Muy pocos tenemos sentimientos totalmente homosexuales o heterosexuales durante toda nuestra vida. Un gran porcentaje de los heterosexuales han sentido atracción hacia miembros de su mismo sexo alguna vez en su vida.
Se ha encontrado que la sexualidad humana no es como dos caras opuestas, la heterosexual y la homosexual, sino, incluye una rica variación de posibilidades. Sin embargo, nuestra cultura desde niños nos ha forzado a pensar que los hombres tienen que actuar de cierto modo, y las mujeres de otro. El hombre que llora en una película triste o la mujer que puede reparar su propio auto frecuentemente es el objeto de crueles burlas.

Mito: La homosexualidad es una enfermedad mental.
Hechos: "La homosexualidad, de por sí, no implica ningún impedimento en el juicio, la estabilidad, la confiabilidad ni las capacidades sociales y vocacionales en general. Es más, urgimos a los profesionales de la salud mental a que tomen la delantera en eliminar el estigma de enfermedad mental que usualmente se asocia con la orientación homosexual. Más aún, apoyamos y urgimos que se rescinda toda legislación que penalice el acto homosexual entre adultos que lo consientan, en privado".
Esta Resolución fue aprobada en 1973 por la Junta Directiva de la Asociación Siquiátrica Americana.
La orientación sexual y emocional de cada persona se establece a una edad muy temprana. Casi todos los expertos aseguran que ocurre al nacer; y con certeza antes de los cinco años. La homosexualidad en sí no provoca anormalidades sicológicas.
En cambio, el vivir bajo la presión de tener que fingir que no se es homosexual sí puede costar mucho en términos de amor propio, y hasta puede causar serios daños sicológicos.
Sin embargo, en muchas sociedades la homosexualidad se considera muy normal. Este era el caso en las antiguas Grecia y Roma y en muchas tribus indígenas de América. Más y más sociedades del presente llegan a tener una aptitud aceptante, y va creciendo el número de países que reconocen legalmente las relaciones como el matrimonio y cohabitación homosexual.
Mito: El SIDA es un castigo de Dios a los homosexuales.
Hechos: Entonces, ¿Es la polio un castigo de Dios a los niños? ¿Es la anemia falciforme su castigo a los negros? Los varones homosexuales fueron los primeros en contraer la enfermedad en los Estados Unidos, pero ellos no la causaron. Aunque el SIDA se transmitió primero entre heterosexuales en África Central, tampoco los africanos lo causaron. El enemigo es la enfermedad, no los enfermos. El SIDA no discrimina. Aquellos que dicen que el SIDA es un castigo de Dios a los homosexuales se olvidan de mencionar el hecho de que casi no se da entre las lesbianas.
Mito: La homosexualidad es un pecado.
Hechos: La Biblia contiene seis pasajes que condenan el comportamiento homosexual. La Biblia también contiene numerosos pasajes que condenan el comportamiento heterosexual. Aunque los teólogos y estudiosos aún no están de acuerdo en cuanto a las interpretaciones bíblicas, sí están de acuerdo en una cosa: Jesús no dijo absolutamente nada acerca de la homosexualidad. Entre las cosas que según la Biblia son "abominables" o "inmundas" están el adulterio, el incesto, y también ponerse ropa hecha de más de un tipo de fibra, y comer crustáceos como el camarón y la langosta.
La religión con frecuencia ha sido mal utilizada para justificar el odio y la opresión. Hace menos de medio siglo, los bautistas en los Estados Unidos defendían la segregación racial basándose en que estaba permitida en la Biblia. Los primeros cristianos no eran hostiles hacia los homosexuales. La intolerancia empezó sólo después del siglo XII. Hoy, mucha gente ya no cree que la homosexualidad sea una enfermedad o un pecado. Pocos condenarían la heterosexualidad como inmoral, a pesar de la alta incidencia de violaciones, incesto, abuso de niños, adulterio, violencia familiar, promiscuidad y enfermedades venéreas entre los heterosexuales. Por fin, muchos dentro de las religiones organizadas están comenzando a prestar atención a la homofobia de la iglesia. El Consejo Nacional de Iglesias de Cristo, la Unión de Congregaciones Hebreo-americanas, la Asociación Universalista Unitaria, La Sociedad de Amigos y la Hermandad Universal de Iglesias Comunitarias Metropolitanas apoyan los derechos civiles para los gays y las lesbianas al igual que para la demás gente.
Mito: A los niños no les afecta la homofobia.
Hechos: El suicidio se ha convertido en una de las principales causas de muerte entre los jóvenes. Las estadísticas indican que la incidencia del abuso de drogas y el suicidio es mucho más alta entre la juventud gay y lesbiana. La opresión social y el miedo al rechazo suelen llevar a la depresión, el abuso de drogas y hasta el suicidio. Casi todos los grupos tradicionales de apoyo al joven (la familia, la iglesia, las escuelas) rechazan, condenan o niegan la existencia de esa juventud gay y lesbiana. Sin un sistema de apoyo, muchos de estos jóvenes se convertirán en víctimas de nuestra sociedad homofóbica.
Mito: Uno mismo escoge ser homosexual o heterosexual.
Hechos: Cuando nos enamoramos de alguien, bien sea del mismo sexo o del opuesto, es por una combinación de muchos factores. Casi todo el mundo siente que su orientación sexual no es una decisión suya sino un impulso natural. Si usted es heterosexual, ¿recuerda haberlo escogido? Tratar de cambiar este impulso natural de una orientación a otra es por lo general imposible. La alternativa que sí tenemos es la de cómo vamos a tratarnos los unos a los otros. El odio hacia los gays y las lesbianas es obra de humanos, no de Dios. Como casi cualquier otro grupo, la mayoría de las mujeres y hombres gay son gente buena, interesados en el futuro de su nación y del mundo. No piden favores especiales; simplemente el respeto y los derechos que todos debemos disfrutar, sin miedo a los ataques verbales o físicos. Lo que cada persona sí elige es cómo nos tratamos los unos a los otros.
Mito: Las causas de la homosexualidad son la mala crianza y/o los problemas familiares.
Hechos: No hay evidencia concluyente que apunte a una "causa" para la homosexualidad o la heterosexualidad. Los gays igual que los heterosexuales vienen de todos los tipos de familia. Como siempre, el buen padre es aquel que enseña a tener amor a otros y a sí mismo, y respeto hacia los demás.
Mito: Los homosexuales no contribuyen en nada a la sociedad.
Hechos: Hoy en día e históricamente, la gente homosexual y bisexual ha hecho innumerables contribuciones a la sociedad: Platón, Leonardo da Vinci, Julio César, Miguel ángel, Walt Whitman, Oscar Wilde, Tchaikovski, Alejandro Magno, Martina Navratilova, Pedro Almodovar, Elton John, Truman Capote, etc.
Hoy, mucha gente influyente y bien conocida es gay, lesbiana o bisexual, pero casi todos esconden sus vidas privadas (como hizo el actor Rock Hudson). Viven temerosos del odio y la intolerancia que recibirían si alguien asociara la palabra "gay" con sus nombres.
Conclusión
La homofobia es un prejuicio como cualquier otro. Requiere de la ignorancia para promover el temor y el odio hacia los homosexuales. Como individuos, y como sociedad todos resultamos disminuidos cuando alguien ejerce violencia sobre otro. La educación es una de las mejores armas contra el temor y el odio. Con ella, puede ser que ayude a un amigo, a alguien que quiere, incluso puede hasta salvar una vida.

La Vela


La vela: una de mis favoritas. El pasivo tumbado pone en 90 grados sus piernas juntas que son sujetadas por el activo quien debe levantar la cadera del pasivo a buena distancia de la cama respecto al resto del cuerpo. El orificio anal queda perfectamente expuesto y el activo se puede ajustar anatómicamente con una penetración profunda, además que el hecho de las piernas cerradas hacen que el ducto se estreche y la fricción sea mayor. Se hace cómoda para el pasivo ya que el activo puede sujetar sus piernas y la elevación produce una sensación adicional de placer.Si el activo tiene la suficiente destreza puede también masturbar a su compañero.

El Sapo


La posición es como en la foto aunque ahí el modelo de atrás está más arriba. El pasivo de rodilla y apoyado firmemente en sus brazos se asegura de poner lo más atrás y arriba el culo de forma que quede lo más expuesto el orificio. El activo se pone en cunclillas detrás de él intentando bajar lo posible para quedar perfectamente ajustado a la cadera de su compañero. Apoya los brazos en las piernas del pasivo e incluso las piernas al quedar a cada lado de la cadera puede usarlas para "ajustar" el balance. El pasivo, por estar en posición similar a la fecal, los músculos en torno al ano tienden a distenderse más. Aunque la penetración es menos profunda que con otras posturas, sirve para moverse rápidamente.Nota: esta posición requiere que el pene sea lo suficientemente largo ya que suele quedar una buena parte afuera. Pero creanme, se disfruta. Consejo. Pruebenla.

La Silla Colgante

El pasivo recostado sube las piernas y las monta sobre los hombros del activo, quien puede medir la altura e inclinación que debe poner para una mejor penetración. Las caderas del pasivo quedan algo elevadas y los muslos cercanos a su pecho por lo que el orificio anal sube y queda expuesto de forma que la penetración es vertical. El activo puede apoyar las rodillas en la cama o si tiene la resistencia ponerse en la posición de flexiones o lagartijas. Esto último permite dejar ver la penetración perfectamente.

La Silla


Esta estimulante posición es perfecta para el pasivo quien se "sienta" exacta y anatómicamente sobre su compañero, lo que permite una penetración directa. Al estar el pasivo en una especie de posición fecal le es más fácil relajar los musculos del ano.Adicionalmente, el pasivo tiene un control perfecto de la penetración así como de su ritmo. Lo que le permite ir buscando el angulo que le es más satisfactorio.Si el pasivo tiene como sujetarse para quedar un poco en el aire, el activo puede tener una mayor participación subiendo y bajando. Si está perfectamente sentado y cómodo el pasivo además se puede masturbar con total comodidad, mientras su compañero le acaricia la espalda, nalgas o lo sujeta por la cadera para acompasar el ritmo.

El Grillo


El grillo es una de las posiciones experimentales de otras posturas. El pasivo tumbado de medio lado flexiona la pierna que quede del lado superior y el activo lo penetra desde atrás pero introduciendo el pene no horizontalmente en la abertura anal sino vertical. Esto produce una sensación de roce distinta la la clasica introducción del pene.El activo domina el ritmo y la intensidad de la fricción y su compañero puede relajarse mejor por estar tumbado. El activo también puede poner su pierna superior sobre la del pasivo para darse más estabilidad en el ritmo.

La Leña


Esta es una de las posiciones que llamo acrobaticas, no tanto porque sea difícil de conseguir sino por lo complicado que puede ser llevar el ritmo.El pasivo se extiende de espaldas sobre el piso y el activo se monta sobre él pero al revés, pies con cabeza. El pasivo proyecta el ano hacia arriba de forma que su compañero lo pueda penetrar. No es una penetración profunda. El activo debe poner las rodillas en el piso y apoyar los codos para poder darse impulso, aunque el ritmo pueden llevarlo moviéndose hacia abajo y hacia arriba, cualquiera de los dos.Esta postura es como la carne de serpiente, aunque sea una vez se puede uno arriesgar a probarla.

El Polémico Rimming




Sin duda, una de las más controvertidas prácticas sexuales. El rimming o la "chupada de culo" tiene tantos afectos como detractores a la hora de plantearse al menos en reuniones públicas. ya que meter la lengua en el ano de la pareja es obvio que requiere de ciertas condiciones de aseo y confianza. La posición realmente puede ser variada y el receptor simplemente tiene que dejar su ano lo más expuesto y cómodo posible para su pareja. El receptor boca arriba puede de pronto controlar más sus piernas sosteniendolas mientras el atacante le mete la lengua y a la vez puede ver perfectamente mientras se lo hacen. Otros prefieren ponerse de espalda por ser más cómodo y poder relajar más los músculos de la zona.En todo caso, una buena higiene puede ser suficiente para dejarse de cuentos y probar esa posibilidad. Como dato interesante, muchos activos que pueden odiar la penetración confiesan que el rimming sí les gusta.

La Helice


Esta es otra de esas posturas que llamo "exoticas" o mas bien "acrobaticas". Se requiere de un buen respaldo, sea un borde de cama o un mueble para que el pasivo se tumbe al piso apoyado solo en sus hombros y recueste la espalda del mueble a apoyarse. Con esto queda en posición de gimnasia llamada la vela pero sin estirar los pies sino mas bien abriendo las piernas. El activo se coloca encima en posición diagonal opuesta al ano y lo penetra de esa forma. OJO: cuidado con la cervical del pasivo. El activo debe apoyarse en una pierna y montar la otra sobre la cama o mueble y con esa pierna y los brazos ayudarse a mantener el ritmo.Nota: todas las posiciones en que el pasivo eleva la cadera más allá del pecho son altamente estimulantes. El ritmo es difícil llevarlo pero de goza de una penetración "al revés" y en diagonal.

El Jabon


Tomada de aquella famosa leyenda de las penitenciarias en las que al recluso que se agachara a recoger el jabon que se le caía exponía su culo y no lo perdonaban, esta posición rememora lo mejor de perder ese artículo.El activo parado detrás de su compañero lo recuesta hacia adelante, movimiento con el cual se proyecta su trasero y queda expuesto el ano. Preferiblemente el penetrado se sostiene con las manos de algún taburete, silla o cualquier objeto que le permita apoyarse para descansar la tensión en la espalda. Si es suficientemente flexible podrá apoyar las manos hasta en el piso.El activo debe sujetar a su compañero por la cintura para evitar empujarlo hacia adelante con el impulso del vaiven. Ambos pueden controlar el ritmo.El pasivo preferiblemente abre un poco las piernas al momento de la penetración y las mantendrá así o las cerrará de acuerdo al nivel de fricción que desee.La curvatura en la espalda permite que las nalgas no generen mayor amortiguación del impulso y la penetración es más completa y profunda. Se recomienda alternar con otra posición para evitar mucha incomodidad en el penetrado

El Caballito


Al estilo del viejo oeste, en esta posición el penetrado se tumba boca abajo muy relajado e intentando dejar el ano lo más expuesto posible. Su compañero se coloca justo sobre él y como consejo primero le abre las piernas y lo penetra y una vez adentro cierra las piernas del penetrado y se incorpora como montando un caballo.Esto le permite a quien penetra tener libertad absoluta para moverse y cabalgar a su pareja mientras que el penetrado está lo suficientemente cómodo como para aguantar la embestida.El penetrador también puede apretar con sus rodillas el cuerpo de su compañero para ajustar el roce y tener un dominio absoluto del movimiento.

La Silla Caliente


El activo se sienta en una silla, a la orilla de la cama o en el suelo, una vez en posición, el pasivo se sienta arriba ya sea de frente o de espaldas, en esta posición el contacto fisico es espectacular, si se escoje ponerse de frente mirando al penetrador, los dos pueden besarse y el pene del pasivo rosara con el abdomen del activo. Si se escoje de espaldas, el activo puede masturbar al pasivo mientras lo penetra o acariciar su pecho mientras besa su cuello.

El Jinete


En esta posicion el activo se acuesta boca arriba, y el pasivo se sienta sobre el pene controlando él los movimientos de la penetración. Esta posición tiene la ventaja que se puede practicar de varias formas, con cualquiera de ellas tanto el activo como el penetrado disfrutaran al máximo pues se logra una penetración super profunda, sin dejar escapar ni milímetro de lo que se está metiendo.

El Cangrejo


La penetración puede ser muy profunda, haciendo sentir a los amantes un intenso placer. Las piernas del que va a ser penetrado deben llevarse encogidas hacia su pecho, quedando apoyadas en los hombros del compañero. Éste quedará totalmente estirado encima de su compañero, apoyado sobre sus manos y pies. El pene del activo debe quedar en posición vertical. En esta posición el ano del pasivo se relaja, facilitando una penetración muy profunda. Además, en esta postura se consigue una agradable estimulación de la próstata, por lo que el placer es exquisito. Como variación puede mantenerse solamente una pierna sobre el hombro en vez de las dos, estrechando de esta forma el ano y consiguiendo una estimulación diferente.

La Cuchara


Esta postura permite hacer sexo sin prácticamente cansarse, siendo quizás una de las más cómodas para ambos compañeros. Ambas personas se tumban de lado, uno detrás del otro, pudiendo entrecruzar las piernas, abrirlas, rodearlas...etc. La penetración en este caso no es tan profunda como lo puede ser en otras posturas por lo que puede ser recomendable para aquellas personas que no hayan tenido sexo anal anteriormente o como postura de inicio del acto sexual. Además, de esta forma, el activo puede alcanzar el miembro del compañero, pudiendo masturbarlo al mismo tiempo. Si quieres variar la postura no tendrias más que rodar juntos colocándose boca abajo (el activo encima del pasivo) o boca arriba (al revés).

Los Dos Pilares




Esta postura es más cómoda para aquellos amantes que sean más o menos de la misma altura. Ambos deben de estar de pie, colocándose el activo detrás del que va a ser penetrado. El pasivo puede separar las piernas o bien mantenerlas más juntas mientras que el activo lo penetra. La diferencia está en que la penetración será más o menos profunda. El contacto entre ambos será muy intenso, permitiendo que el chico que penetra pueda tocar y masturbar a su pareja. El movimiento puede ser controlado por ambos, llevando al ritmo cualquiera de los dos. Podras hacerlo totalmente de pie, apoyados sobre una pared o también con el chico que es penetrado reclinado sobre una cama o una mesa.

El Esclavo


Para realizar esta postura, el chico que va a ser penetrado debe tumbarse sobre una superficie con las piernas dobladas llevadas hacia el pecho. Con los brazos entre las piernas puede tomarse los pies para mantener más estable la postura. El chico activo se colocará detrás para penetrarlo apoyado sobre sus rodillas y agarrando también las piernas de su amante. La penetración en esta posición es muy, muy profunda puesto que el ano se relaja, siendo el chico activo el que controla el movimiento. Además, éste podrá masturbar a su compañero. Si se quieres variar de postura nosotros recomendamos que se pase a la de la gran V, ya que no requiere interrumpir la penetración.

El Perrito




Esta postura es muy popular puesto que el sexo anal, en muchos casos, se asocia a la misma. El chico que es penetrado debe colocarse sobre sus manos y rodillas mientras que el otro se arrodillará detrás de él. El ano del penetrado se estrecha debido al músculo del pubis lo que hace que la penetración pueda ser dolorosa si no es acompañada de una buena lubricación y de la estimulación preliminar con los dedos o la lengua. El que penetra puede moverse muy rápidamente y agudizar la excitación. El movimiento puede ser mutuo siendo el activo el que guíe el acto cogiendo al penetrado por la cintura, el culo o los hombros.

El Misionero




Quizás la postura más tradicional para el acto sexual. En esta posición, la penetración es bastante profunda y el contacto entre ambos amantes muy intenso, provocando un orgasmo que aumenta progresivamente. El ángulo de la penetración es favorable para la estimulación de la próstata lo que aumenta el placer del penetrado. Simplemente los amantes se encuentran tumbados mirándose el uno al otro con el activo encima colocado ente las piernas del pasivo. Éste podrá estirar sus piernas o bien doblarlas abrazando a su amante, experimentando diferentes sensaciones puesto que el ano se abrirá o estrechará según la posición.

La Gran V




Esta postura puede realizarse sobre una mesa o una cama según prefieran los amantes. La única diferencia está en que el activo estará de pie o de rodillas según el lugar que elijan. El chico que es penetrado debe tumbarse con las piernas abiertas y subidas unos 90 grados mientras que el activo se las sujetará manteniéndolas estáticas mientras penetra a su compañero. En esta postura la penetración es muy profunda y el placer intenso, quedando todo el movimiento de los amantes en manos del activo.Conforme avance el acto, puede variarse cerrando las piernas del pasivo, colocándolas sobre los hombros o sujetándolas frente al cuerpo.

La Barra


Esta postura produce una intensa estimulación del ano, permitiendo una penetración muy profunda. Para esta postura, el pasivo debe ponerse boca arriba. El activo entonces se colocará apoyado sobre las rodillas, con las piernas semiabiertas, tomará las piernas del compañero, colocándoselas en los hombros. El placer es exquisito cuando el activo alterna sus embestidas cambiando el ángulo de penetración. El pasivo queda clavado a su compañero, apoyado sobre la superficie, quedando el movimiento en manos del activo. La postura puede variar si las piernas que permanecen sobre el hombro del activo se baja quedando doblada. De esta forma el ano se estrecha y la sensación es mayor. En etsa posición el contacto físico es fantástico, ya que la pareja puede besarse mientras se lleva a cabo la penetración.