Esta postura puede realizarse sobre una mesa o una cama según prefieran los amantes. La única diferencia está en que el activo estará de pie o de rodillas según el lugar que elijan. El chico que es penetrado debe tumbarse con las piernas abiertas y subidas unos 90 grados mientras que el activo se las sujetará manteniéndolas estáticas mientras penetra a su compañero. En esta postura la penetración es muy profunda y el placer intenso, quedando todo el movimiento de los amantes en manos del activo.Conforme avance el acto, puede variarse cerrando las piernas del pasivo, colocándolas sobre los hombros o sujetándolas frente al cuerpo.
lunes, 10 de agosto de 2009
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