lunes, 10 de agosto de 2009

La Barra


Esta postura produce una intensa estimulación del ano, permitiendo una penetración muy profunda. Para esta postura, el pasivo debe ponerse boca arriba. El activo entonces se colocará apoyado sobre las rodillas, con las piernas semiabiertas, tomará las piernas del compañero, colocándoselas en los hombros. El placer es exquisito cuando el activo alterna sus embestidas cambiando el ángulo de penetración. El pasivo queda clavado a su compañero, apoyado sobre la superficie, quedando el movimiento en manos del activo. La postura puede variar si las piernas que permanecen sobre el hombro del activo se baja quedando doblada. De esta forma el ano se estrecha y la sensación es mayor. En etsa posición el contacto físico es fantástico, ya que la pareja puede besarse mientras se lleva a cabo la penetración.

No hay comentarios:

Publicar un comentario